martes, 9 de abril de 2013

Sarmiento y "su bella" Aurelia

Dice el escritor y periodista Juan Sasturain en su artículo Sarmiento & Aurelia Vélez: contra viento y marea, publicado en el diario La Nación: “Venían de tiempos, lugares y mundos diferentes. Domingo Faustino Sarmiento había nacido en San Juan en 1811, apenas un año después de la Revolución. Aurelia Vélez, en el corazón de Buenos Aires, en 1836.”

 En 1845, Sarmiento venía de Chile y, camino de Europa, se reunió con políticos en la sitiada Montevideo: ellos eran Esteban Echeverría, Bartolomé Mitre y Dalmacio Vélez Sarsfield. Allí fue cuando se cruzaron por primera vez: él tenía 34 años, pelo, barba y un libro reciente que lo haría famoso, Facundo, Civilización y Barbarie, y  Aurelia tenía sólo nueve años y asistía a las reuniones de la mano de su padre. Ella siempre recordaría a ese hombre algo tosco y menos elegante que los otros, pero enfático y persuasivo.
 En el invierno de 1855, Domingo Faustino Sarmiento arribó a Buenos Aires para quedarse y trabajar haciendo política en El Nacional, el diario que dirigía el Dr. Vélez Sarsfield. Fue un día de ese mismo año, en que visitando la casa del director del periódico donde trabajaba y allí la vio, y quedó deslumbrado por esa mujer que ya no tenía nada de niña. Él tenía cuarenta y cuatro años; ella, diecinueve. Allí comienza la historia de amor, que se extenderá por más de 30 años.
 Él estaba casado con Benita Martínez Pastoriza y tenía un hijo, aquel famoso Dominguito, adoptado por él al casarse con su madre Benita, pero que muchos suponen, era su hijo carnal, concebido cuando Benita aún estaba casada con el comerciante Domingo Castro y Calvo, y que moriría joven, a los 21 años, en la Guerra contra el Paraguay.
 Ella era hija del legislador Dalmacio Vélez Sarsfield y de Manuela Velázquez Piñero. Era la segunda hija del legislador. Desde sus primeros años recibió una excelente educación, que, junto con las enseñanzas de su padre, servirían para que éste decidiese asociarla a sus trabajos en calidad de secretaria y que, posteriormente, serviría para la redacción del Código Civil de Argentina de 1869. A los diecisiete se casó con su primo hermano, el Dr. Pedro Ortiz Vélez estando embarazada; pero abortó, no se saben las causas. Poco después, su esposo la sorprendió con su secretario, Cayetano Echenique y, pese a que el joven se escondió dentro de un ropero, lo mató de un pistoletazo.

A continuación, el marido tomó a su mujer del brazo y la llevó de vuelta a casa de su padre. Se argumentó estado de demencia del asesino, quien salvó su vida, pero perdió su cargo y su reputación.  Aurelia convivió desde entonces con ese estigma y su posterior relación con Sarmiento, considerado un mujeriego y además amigo de su padre, contribuirá a empeorar su ya vapuleada reputación.
Cuando la esposa de Sarmiento, Benita Martínez Pastoriza, y su hijo Dominguito llegaron a Buenos Aires, se alojaron en una casa ubicada en la misma vereda que la de los Vélez Sardfield.
Dice Juan Sasturain en Sarmiento & Aurelia Vélez: Contra viento y marea“La apasionada y vehemente Benita era una celosa feroz, y muchas veces con motivo. Diez años menor, siempre peleó por él: por retenerlo primero; para destruirlo después. Los acontecimientos se precipitaron cuando, a principios de 1857, Benita también desembarcó en Buenos Aires, con su hijo. No es raro que, tras poner casa y familia ­reunida en la misma cuadra y vereda que los Vélez Sarsfield, en seguida descubriera las complicidades, los pretextos, las argucias de los amantes para estar juntos con cualquier motivo”. Benita descargó su furia contra Aurelia y la somete a amenazas, lo que provocará en un principio el renunciamiento de los amantes, escribe en ese entonces Sarmiento a Aurelia:
"He debido meditar mucho antes de responder a su sentida carta de usted, como he necesitado tenerme el corazón a dos manos para no ceder a sus impulsos –dice un Sarmiento retórico pero elocuente en respuesta a una carta de Aurelia que no se ha conservado–. No obedecerlo era decir adiós para siempre a los afectos tiernos y cerrar la última página de un libro que sólo contiene dos historias interesantes. La que a usted se liga era la más fresca y es la última de mi vida. Desde hoy soy viejo (…) Acepto de todo corazón su amistad que será más feliz que no pudo serlo nunca un amor contra el cual han pugnado la más inexplicables contrariedades –continúa, con evidente alivio– (...) Los que tanto la aman no me perdonarían haberla expuesto a males que no me es dado reparar. Ante esta responsabilidad, todo sentimiento egoísta debe enmudecer de mi parte, y con orgullo puedo decírselo, han enmudecido."
            En 1861 Sarmiento partió solo rumbo a San Juan como interventor de la provincia para alegría de Benita y tristeza de Aurelia. Los amantes mantuvieron el contacto epistolar pero, en ese mismo año, una de sus cartas fue a caer en manos de Benita y con ese hecho se dio por finalizado un matrimonio que había muerto hace mucho tiempo.
            La relación con Aurelia siguió en el marco de lo epistolar, primero desde San Juan y luego desde la EEUU, donde se encontraba como embajador.  El retorno a nuestro país ocurriría en 1868 para asumir la presidencia. Dalmacio Vélez Sárdsfield fue nombrado como Ministro del Interior y Aurelia se mantuvo al lado de ambos y, en especial, se transformó en el continente espiritual de Sarmiento, además de su consejera y asesora política.
Tanto fue así, que Araceli Bellota en su libro Aurelia Vélez: La Amante de Sarmiento, describe el fuego que unió por siempre a Aurelia y a Sarmiento y agrega que aquella era también una historia de complicidad y de amistad. En este sentido, la historiadora señala que Aurelia fue quien propuso y sostuvo la candidatura de Sarmiento a presidente mientras éste se encontraba en Estados Unidos.
Según Esteban Dómina, en el artículo El Gran Amor de Sarmiento, dice: “El propio Sarmiento le reconocía esta condición. En un diario que escribía especialmente para ella, anotó: “hay otra (mujer) que ha dirigido mis actos en política, montando guardia contra la calumnia y el olvido; abierto blandamente puertas para que pase en mi carrera.” Por supuesto, sin nombrarla, se refería a Aurelia.”
Durante los años de la presidencia la relación entre ambos era conocida por todos y así continuó hasta que Sarmiento con 77 años de edad y una bronquitis crónica se retiró a Asunción del Paraguay. Una de sus últimas cartas a Aurelia le decía: 
“La invito a inaugurar mi casa. ¿Qué tiene que hacer allá, Aurelia? Juntemos nuestro desencanto y veamos juntos pasar la vida”.

La última carta fue como un cuento para niños. Sarmiento se dirigió a su amada como si él fuese un príncipe encantado y ella, la Bella Durmiente. Para Juan Mariel Erostarbe, que se dedicó a estudiar la correspondencia sarmientina, este recurso literario tuvo una razón de ser. "Los nombres de Aurelia y Sarmiento están trastocados por el príncipe Charmant, el príncipe encantado y Belle Au Bois Dormant, la bella durmiente…”.
La escritora Araceli Bellota cuenta, en el mencionado libro, que Aurelia acudió pronta al llamado de su hombre y viajó a Asunción, donde pasó junto a Sarmiento un mes de quietud y mansedumbre. El amor entre ambos era profundo, tanto que una semana después del regreso de Aurelia a Buenos Aires, Sarmiento muere. “El sentimiento que los unía era tan verdadero que quizás ella, no lo quería ver morir”, expresa  la escritora.
En 1924, falleció Aurelia Vélez Sárfield, hija de don Dalmacio y doña Manuela Velázquez, nacida en Buenos Aires y viuda de Pedro Ortiz. La Nación, en su nota necrológica decía: 
"Era una mujer de fuerte inteligencia. Poseía una cultura completa, conocía la política, los problemas americanos y compartía en la tertulia paterna las discusiones en las que participaban los estadistas y los publicistas, ante los cuales nunca faltaba, después de la caída de Rozas, Domingo Faustino Sarmiento".




Daniel Balmaceda (2007), Romances turbulentos de la historia argentina, Ed. Norma, Buenos Aires.             Juan Sasturain, Sarmiento & Aurelia Vélez, contra viento y marea, Grandes pasiones argentinas, Revista La Nación (publicada 16 de enero de 2005) diponible en internet: http://www.lanacion.com.ar/671215-sarmiento-aurelia-velez-contra-viento-y-marea                                            http://www.estebandomina.com.ar/historia_arg/071.html                  http://www.diariodecuyo.com.ar/home/new_noticia.php?noticia_id=445742 http://es.wikipedia.org/wiki/Aurelia_V%C3%A9lez_S%C3%A1rsfield 

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